«Orgullosamente monstruos. Una muñeca para cada criatura» es la colección invitada que, actualmente, podemos disfrutar en FYD Museum. Pero, ¿quién hay detrás de esta colección? Miguel Romero nos cuenta quién es y qué podemos encontrar, hasta el 16 de noviembre, en FYD Museum.

Para empezar, cuéntanos un poquito sobre ti. ¿Quién eres, a qué te dedicas y cómo te describirías más allá del coleccionismo?
Mi nombre es Miguel Romero Gutiérrez. Aunque soy maestro de Educación Infantil, actualmente trabajo como profesor de Didáctica de las Ciencias Experimentales en la Universidad de Murcia. Más allá del coleccionismo, soy un apasionado de los X-Men y, por extensión, del universo Marvel. Me considero una persona inquieta, siempre inmerso en nuevos proyectos artísticos, con la meta de afianzar mi carrera académica mediante la investigación en pedagogía científica aplicada a la Educación Infantil.
¿Recuerdas cuándo y cómo nació tu pasión por coleccionar? ¿Hubo algún momento o experiencia que te marcara especialmente?
Mi pasión por coleccionar es una herencia directa de mi padre. Cuando yo era niño, él ya tenía una colección de cómics de Spider-Man y figuras de He-Man. Fue él quien me animó a iniciar mi propia colección de cómics de X-Men, motivado por mi gran admiración hacia Tormenta. Comencé con la serie X-Treme X-Men de Larroca y Spider-Girl (la hija de Spider-Man en el universo MC2). Recuerdo con especial cariño aquellas tardes frente al ordenador, eligiendo juntos los cómics que Norma Comics enviaría a la tienda familiar. Ese momento marcó un punto de inflexión: me permitió conectar con otros “frikis” en el instituto y abrirme puertas a amistades e intereses que, de otro modo, quizá nunca habría descubierto.
En esta expo, ¿qué podrán descubrir los visitantes de FYD Museum? Cuéntanos qué van a ver, cuándo empezaste con ella y si ya la has mostrado antes en algún sitio.
Aunque podríamos centrarnos en el diseño y los vestidos de las muñecas, la verdadera intención de
esta exposición es mostrar que “regalar una muñeca” puede significar mucho más que entregar un mero trozo de plástico rosa. Lejos de la visión puramente comercial de algunas empresas, una muñeca puede convertirse en un espejo en el que proyectar realidades, dudas y emociones. En esta muestra, he querido visibilizar la inclusión de diferentes realidades físicas, motoras, psicológicas o de identidad sexual que muchos jóvenes pueden encontrar cercanas. Ver muñecas con sobrepeso, que representen a colectivos LGTBQ+ o con diversidad funcional sigue siendo poco común, pero hoy en día existe en el mercado, y puede ayudar a normalizar estas realidades.
La colección reúne alrededor de 110 muñecas Monster High, una línea de Mattel muy popular a principios de la década de 2010. Durante estos 14 años he reunido una gran variedad de personajes, especialmente interesante si se observa la evolución de la marca en sus recientes versiones. Hasta ahora la colección solo había estado expuesta en mi dormitorio (aunque reconozco que dormir con decenas de muñecas observándote es peculiar), por lo que esta será la primera vez que se muestra al público, y en exclusiva, en el FYD Museum.
¿Tienes alguna pieza que sea especial para ti? ¿Y alguna que aún sueñas con encontrar algún día?
La pieza más especial para mí es la Clawdeen de la primera generación (G1) en su caja original, adquirida en 2015 cuando ya la colección estaba bastante avanzada. Nunca pensé que podría conseguirla, y desde entonces ha ocupado un lugar privilegiado en mi exposición personal.
La que me hizo enamorarme de Monster High fue, sin embargo, el pack Create-a-Monster de la Gorgona y la Momia. Aunque a primera vista no tenía nada extraordinario y mi colección ya superaba las 20 piezas, fue el primero que tuve que sacar de la caja para montarlo, ya que venía por piezas. Esa experiencia —como hombre cisgénero y homosexual que apenas había jugado con muñecas— fue reveladora y me hizo desarrollar un vínculo especial con esa subcolección y, en particular, con estas dos muñecas.
En cuanto a la pieza soñada, me encantaría conseguir el pack de Manny Taur e Iris Clops de la San Diego Comic-Con 2014. Aunque es relativamente accesible en Ebay, su precio ronda los 800€, una cifra que hoy por hoy debo valorar muy bien antes de invertir.
¿Cómo te imaginas el futuro de tu colección?
Aunque la línea de 2024 ha introducido innovaciones en cuerpos y conceptos, echo en falta la creación de personajes realmente nuevos. Dado que mi regla personal es “solo la primera muñeca de cada concepto”, es probable que la colección crezca únicamente con versiones actualizadas de personajes de los años 2010. Aun así, he visto propuestas prometedoras, como la hija de un fénix o las sirens (criaturas mitad ave y mitad humana, diferentes de las harpías), un concepto descartado en la primera generación.
¿Eres más de buscar piezas en mercadillos, ferias, internet… o te llegan por sorpresa? Cuenta si tienes alguna anécdota curiosa detrás de una adquisición.
¡Ojalá me llegasen piezas por sorpresa! Tengo una lista de deseos en Amazon que mi familia suele ignorar, y confieso que envidio a los creadores de contenido que reciben productos de las marcas.
En mi caso, es un hobby al que dedico tiempo limitado, especialmente ahora que debo priorizar otros objetivos personales. Aun así, cuento con una buena red de contactos que me avisa de novedades. Dependiendo de la pieza, la adquiero inmediatamente o espero a que baje de precio.
Una de las adquisiciones más sorprendentes fue el pack de la Comic-Con de Scarah Screams y Hoodude. Al empezar a trabajar en la Universidad de Almería, tenía previsto comprar el pack de Manny Taur, pero encontré este, donde un personaje era realmente «de trapo» y terminé eligiéndolo. Al recibirlo, me llevé la grata sorpresa de que venía en la caja original de la Comic-Con, intacta y en perfecto estado.
¿Qué te aporta el coleccionismo a nivel personal? Más allá de los objetos, ¿qué emociones o aprendizajes te llevas?
Me gusta pensar que mis colecciones dejarán un legado. Más allá de las muñecas, espero que quien las herede comprenda que la representación en los juguetes es fundamental desde la infancia, y que aprecie la calidad que, lamentablemente, en muchos casos se ha perdido. Con respecto a los cómics de X-Men, me encantaría que la persona que los reciba disfrute sus historias tanto como yo, y que estas le inspiren a crear sus propios mundos e historias. En el fondo, creo que las emociones que me impulsan a coleccionar son el orgullo por lo que he reunido y la esperanza en lo que transmitirá en el futuro.
¿Algún consejo o reflexión para quienes se están metiendo en este mundo del coleccionismo?
Mis dos consejos principales: paciencia y planificación económica. Yo mismo comencé dando clases particulares para costear las primeras piezas, ya que no podía permitirme grandes gastos. Ebay puede ser un buen lugar para encontrar artículos exclusivos, aunque hay que tener cuidado con quienes se aprovechan.
Si no importa la segunda mano, una opción interesante son los lotes que venden madres (especialmente en EE.UU.), con apenas un par de fotos como referencia. Gracias a este tipo de compras he conseguido sets completos de Create-a-Monster exclusivos de tiendas americanas. A veces, entre cajas aparentemente aleatorias, se esconden verdaderos tesoros.
Recuerda que Orgullosamente monstruos podrás verla hasta el 16 de noviembre. Ven a FYD Museum y disfruta con esta exposición y con la colección permanente de nuestro museo.
